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La energía fotovoltaica integrada en edificios son materiales de construcción de doble propósito que utilizan el efecto fotovoltaico para producir electricidad limpia y también sirven como pantalla climática exterior de una estructura. Desde ventanas y claraboyas reforzadas con acristalamiento fotovoltaico hasta tejados, fachadas de edificios o barandillas, los componentes fotovoltaicos están totalmente integrados en el edificio. Estructuralmente, los materiales BIPV reemplazan elementos arquitectónicos fundamentales.

Descubra por qué BIPV está cambiando la industria solar

BIPV reemplaza elementos de construcción

Desde ventanas y claraboyas reforzadas con acristalamiento fotovoltaico hasta tejados, fachadas de edificios o barandillas, los componentes fotovoltaicos están totalmente integrados en el edificio. Estructuralmente, las instalaciones solares BIPV sustituyen a elementos arquitectónicos básicos. Con los techos solares a la vanguardia de una audaz evolución en la industria solar (desde paneles solares hasta techos solares), BIPV está a la vanguardia de la tecnología solar.

BIPV se desarrolla rápidamente

Desde sus inicios en Europa a principios de la década de 1990, BIPV ha estado en la cúspide del éxito en el mercado. Después de que la primera ola de empresas solares que intentaron comercializar productos BIPV fracasara en gran medida debido a la falta de competitividad de costos con respecto a los módulos solares tradicionales, las perspectivas hoy son prometedoras. El mercado de sistemas fotovoltaicos integrados en edificios (BIPV) está creciendo a medida que la tecnología madura y los costos bajan.

Los arquitectos confían en BIPV

Los arquitectos se están inclinando por BIPV por su versatilidad, aprovechando el potencial energético de una superficie totalmente productiva. Por primera vez, los materiales de doble función están reduciendo los costos en comparación con los paneles solares tradicionales, que deben fijarse a una estructura arquitectónicamente sólida existente. La incorporación de materiales multifuncionales al diseño ecológico también permite la producción de electricidad in situ, con el atractivo potencial de reducir la dependencia de un edificio de la red.

Las políticas climáticas estrictas destinadas a acelerar nuestro cambio colectivo hacia la neutralidad de carbono también serán una gran ayuda para la construcción de energía fotovoltaica integrada. El año pasado, California decretó que la mayoría de las casas nuevas debían estar equipadas con sistemas de energía solar. Un puñado de ciudades (entre ellas Watertown, Massachusetts) exigen ahora que los edificios que reúnan los requisitos sean modernizados con energía solar y que las nuevas construcciones estén “preparadas para la energía solar”. Los cabilderos climáticos pretenden introducir una legislación similar en una docena de estados para 2022. Estas recientes políticas solares obligatorias ya están impulsando la demanda de productos de construcción más bellos y sostenibles.

Al contar con la misma funcionalidad y una estética más personalizada, la energía fotovoltaica integrada en edificios ofrece una solución para quienes no les gusta el aspecto de los paneles solares tradicionales. Más allá de su integración en nuevos edificios, una apariencia más sutil significa que BIPV se ha empleado en renovaciones de energía renovable dentro de sitios de patrimonio cultural protegidos. Además, a diferencia de los paneles tradicionales, se pueden incorporar capas o películas de colores a la tecnología BIPV, lo que permite la personalización.